martes, 20 de marzo de 2007

EL LENTO DEVENIR DE LOS AÑOS. Ya pinto canas.

Ayer me encontré ante toda una revelación. Tres canas en mi barba. Al principio pensé "te has manchado con algo", pero al darme con la mano sobre la supuesta mácula, contemplé con los ojos como platos, que no se iba. Me acerqué más al espejo. Efectivamente. Tres vellos albinos. Allí, mirándome con insolencia. Riéndose colgados en mi cara,

Mis genes, proteinas y enzimas se han cansado ya de darme color. Dentro de poco pareceré Fray Leopoldo Alpandeire, o Papá Pitufo. Quizá sea todo producto del stress vital por el que paso estos días. O es que me estoy dando un excusa ante el proceso inexorable de envejecer. La vida es una exploración del fenómeno irreversible de la muerte.

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