MAD MEN

A lo tonto, a lo tonto, me he acabado enganchando a otra serie: Mad Men.

Ficción producida por el escritor y productor ejecutivo de Los Soprano , Matthew Weiner, se sitúa en 1960 y cuenta la historia de Sterling & Cooper, una ficticia agencia de publicidad de Nueva York, centrándose en la vida profesional y personal de sus ambiciosos, competitivos y a veces desquiciadamente egocéntricos empleados.

Al principio me pareció lenta y aburrida, pero habiendo ganado seis premios Grammy, decidí darle una oportunidad y creo que fue a partir del episodio cinco donde me aficioné a las historias cotidianas de estas pirañas del mundo de la publicidad, a sus rencillas, traumas e infidelidades.

Y es que es un sofisticado culebrón, con una excelente fotografía y una impecable ambientación que nos introduce en unos EEUU años 60 en los que se fuma en el tren y en la consulta del médico, en los que los ascensoristas son negros y las mujeres solo amas de casa o secretarias, pero culebrón al fín.

Me quedo, de entre todos los personajes, con el de la secretaria chica-boom Joan Holloway, interpretado por una bella y maciza Christina Hendricks. Mamma mia!