Ayer vi en el cine Gomorra, una fascinante película de Matteo Garrone que te transporta a los bajos fondos de Nápoles y al universo camorrista.
Me ha recordado a mi visita a Nápoles a princicipios de este siglo, cuando paseando por la ciudad me dio miedo meterme en algunos barrios oscuros y llenos de barro y casas de pintura desconchada en los que olía mal rollo por doquier.
Yo buscaba la escultura de un Cristo que, se teorizaba, se comentaba, había sido realizada con la ayuda de alquimistas, que habían conseguido dar a un manto esculpido en marmol una perfección sobrehumana. Nunca lo encontré.
Durante aquellos días en los que se celebraba la Bienal de artistas de Europa y el Mediterraneo (y Jose y yo llevábamos el 1951) se convocó una huelga de la recogida de basura, que por cierto controla la mafia, y los residuos se amontonaban por doquier dando una mala imagen de una ciudad tan bella.
Sobre la película, que dura más de dos horas, solo puedo decir que es de un hiperrealismo delicioso, de un preciosismo sucio que se rebela en la ropa deportiva de imitación de los protagonistas, en los fondos musicales neomelódicos napolitanos y en escenas como la de las prácticas de tiro en el río.
Los personajes son auténticos, medidos con la medida del que sabe, del que ha sido amenazado de muerte por este entorno, como le ha sucedido a Roberto Saviano, autor del libro en el que está basado el film.
"El Sistema es un engranaje infernal y condiciona la vida de mucha gente. Muchos actúan sin saber qué es lícito o ilícito, justo o equivocado. Hay pobreza, paro, ignorancia, y mucha humanidad también. Desde fuera hablamos de buenos y malos; dentro sólo se ve una gran zona gris. Se confunden víctimas con verdugos. Muchos lo sufren, otros lo protagonizan. Es una jungla, un mecanismo de relojería. Para cambiar algo allí hay que conocer muy bien las raíces". Mateo Garrone
Id y vedla.
Yo buscaba la escultura de un Cristo que, se teorizaba, se comentaba, había sido realizada con la ayuda de alquimistas, que habían conseguido dar a un manto esculpido en marmol una perfección sobrehumana. Nunca lo encontré.
Durante aquellos días en los que se celebraba la Bienal de artistas de Europa y el Mediterraneo (y Jose y yo llevábamos el 1951) se convocó una huelga de la recogida de basura, que por cierto controla la mafia, y los residuos se amontonaban por doquier dando una mala imagen de una ciudad tan bella.
Sobre la película, que dura más de dos horas, solo puedo decir que es de un hiperrealismo delicioso, de un preciosismo sucio que se rebela en la ropa deportiva de imitación de los protagonistas, en los fondos musicales neomelódicos napolitanos y en escenas como la de las prácticas de tiro en el río.
Los personajes son auténticos, medidos con la medida del que sabe, del que ha sido amenazado de muerte por este entorno, como le ha sucedido a Roberto Saviano, autor del libro en el que está basado el film.
"El Sistema es un engranaje infernal y condiciona la vida de mucha gente. Muchos actúan sin saber qué es lícito o ilícito, justo o equivocado. Hay pobreza, paro, ignorancia, y mucha humanidad también. Desde fuera hablamos de buenos y malos; dentro sólo se ve una gran zona gris. Se confunden víctimas con verdugos. Muchos lo sufren, otros lo protagonizan. Es una jungla, un mecanismo de relojería. Para cambiar algo allí hay que conocer muy bien las raíces". Mateo Garrone
Id y vedla.
6 comentarios:
Ves?
una gran crítica que puedes colgar en filmaffinity...
Debido a los problemas que tiene el autor del libro, está mucho en la boca de todos.
Tendremos que verla.
Tengo unas ganas de verla... Estoy hambriento de buen cine.
No he leido el post porque séguro cuentas el final y quiero ver esta pelicula. ¿Comemos mañana juntos con los que ya han venido?
Rabieo:
Me lo apunto lo de apuntarme.
Mario.
Es que es para tenerlos. El que pía...muere!
arguifonte:
Esta película te saciará, dejandote sabor a mozzarella.
stultifer:
No cuento el finaaal, no lo cuento.
¡Coño, ahora resulta que todo el mundo quiere verla! Y yo yendo al cine solo! Bueno...fui con mi pater.
Sí a la comida con los que han venido.
Yo viví en Italia un tiempo y leí el libro Gomorra. Estoy deseando poder ver la película, si es la mitad de buena que el libro es para no perdérsela... aunque será cruda y dará que pensar, imagino.
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