
Una de mis películas fetiche. La vi con ocho años y por segunda vez... ¡ayer! Aunque me digan algunos amigos que es mala, a mi me encanta.
El caballero del Dragón, un
Outlander a la española realizada en 1985, dirigida por
Fernando Colomo y con un reparto estelar:
Klaus Kinski,
Fernando Rey,
Harvey Keitel,
Maria Lamor y, en el papel del extraterrestre ¡
Miguel Bosé! El
David Bowie ibérico.
Sinopsis: Lampiño investigador extraterrestre telépata (Bosé) llega a la Tierra y se enamora de cándida princesa humana (Lamor) al tiempo que mantiene una homoerótica relación con maduro alquimista (Kinski). Aspirante coñazo a caballero (Keitel), apoyado por histérico sacerdote (Rey) deciden entrometerse en los amoríos de la princesa para hacerse con la mitad del reino.
Aunque haya envejecido mal, la película tiene su punto curioso, es muy entrañable y entretenida. Como diría
Barragán "es pa los niños". Para los niños que éramos entonces.

ADVERTENCIA: ANÁLISIS DEL MENSAJE HOMOERÓTICO.Aunque claro, al verla ahora, se nota una evidentísima pulsión entre los personajes del alquimista y el astronauta. Kinski y Bosé...mucho morbo.
La trama de la película se podría resumir en la salida del armario de un "alienígena"(sic). Ix/Bosé llega a la Tierra para "experimentar" y conoce a una chica, joven princesa, pero en realidad lo que le seduce es el intercambio de conocimientos (plasmado en el film a través del intercambio de fluídos, alquímicos, sí, pero fluídos) con el maduro, sabio y ambiguo alquimista Kinski.
Son dos tipos carpetovetonicamente viriles (uno de ellos, representante de la iglesia, y por lo tanto, del canon preestablecido heterosexual) los que se interponen en esta primera salida de la nave/armario secuestrando al objeto de deseo de Ix/Bosé: El alquimista/Kinski.
De hecho, Bosé, que se encuentra "confuso" al haberse llevado a la princesa (que se muestra una pérfida manipuladora) a su "nave", la libera a la primera de cambio para asombro de Keitel y Rey, ante la amenaza de la ejecución de su "amigo" el químico. Y es que Ix no se aclara, pero se va dando cuenta de lo que le gusta.
Hay que señalar que, a lo largo del film, la princesa nunca mantiene contacto sexual con el alien, y atención a la frase promocional de la película: "ello se aman, pero sus atmosferas se oponen".
El extraterrestre, todavía perturbado con su sexualidad, mantiene un fálico duelo a caballo y con "lanza"con Keitel, en el que es derrotado pero en el que también pierde su armadura. Eso, de alguna manera, va a liberarle, queridos/as lectores/as de sus tribulaciones sexuales, pero para ello, como en tantos y tantos cuentos, para crecer tendrá que morir antes.
Ix fallece, asfixiado por el aire homofóbico de nuestro planeta y gracias solo al "fluido mágico" que bebe de manos de su alquimista/amante, es capaz de despertar su nuevo yo, finalizando el proceso de autoaceptación. De hecho, abraza por primera y única vez a la princesa, pero lo que está abrazando es su yo-femenino.
Encima, a Ix/Bosé, le aparece un aura brillante y morada alrededor de la cabeza en plan
Santo Andrógino, que no es otra cosa que
la marca del gay.
Vuelven todos al castillo, donde el rey le concede a Ix/Bosé la mano de su hija y la mitad del reino, aunque por la miradita de Kinski, sabemos muy bien quien se va a pasar a quien por la piedra (filosofal). Moraleja: si no sales ya, saldrás pelleja.
¿Que queríais, que se fuesen al Parade de Berlín? ¡Que es el medievo, coñe!