Estoy leyendo uno de esos libros que me provoca un imperioso deseo de llenar una bolsa de calzoncillos y comprar el primer billete hacia el este del mundo. Es El Imperio, del Ryszard Kapuscinski, un recorrido vital por las fronteras de la URSS que toca también los restos de fracasada unión.
Kapuscinski recuerda sus vivencias durante la ocupación soviética de su pueblo en la Segunda Guerra Mundial para luego sumergirte en un viaje en el transiberiano o a través de las repúblicas caucásicas, aunque quizás lo mejor del relato se ubica en su tránsito por las oscuras y gélidas ciudades mineras del norte de Siberia: Vorkutá, Yakutsk, Magadán y la región de Kolyma.
Me gusta como observa Kapuscinski. Como describe la realidad. Por ejemplo, cuando se revisa su equipaje y el de otros viajeros en Zabaikalsk, camino de Moscú.
No puedo apartar la vista del espectáculo. Lo miro fascinado; me he olvidado de las alambradas y de las torres. Me he olvidado de los perros. ¡Pero si estos dedos deberían esculpir el oro y tallar diamantes! ¡Esos movimientos microscópicos, esa exactitud, esa sensibilidad, ese virtuosismo aduanero!
Kapuscinski recuerda sus vivencias durante la ocupación soviética de su pueblo en la Segunda Guerra Mundial para luego sumergirte en un viaje en el transiberiano o a través de las repúblicas caucásicas, aunque quizás lo mejor del relato se ubica en su tránsito por las oscuras y gélidas ciudades mineras del norte de Siberia: Vorkutá, Yakutsk, Magadán y la región de Kolyma.
Me gusta como observa Kapuscinski. Como describe la realidad. Por ejemplo, cuando se revisa su equipaje y el de otros viajeros en Zabaikalsk, camino de Moscú.
No puedo apartar la vista del espectáculo. Lo miro fascinado; me he olvidado de las alambradas y de las torres. Me he olvidado de los perros. ¡Pero si estos dedos deberían esculpir el oro y tallar diamantes! ¡Esos movimientos microscópicos, esa exactitud, esa sensibilidad, ese virtuosismo aduanero!
6 comentarios:
Llenar una bolsa con calzoncillos para irte de viaje...
Habla con Paula Vázquez... a la par de estar muy buena, te puede enchufar en su Pekín Express...
Te escribo para decirte que a mi hija le regalé tres libros del autor del imperio, le gustaron bastante.
Un casto beso del porquero
stultifer:
La verdad es que con dos tendría bastante. Limpiaría uno y me pondría otro. Pero es que me tanta pereza!!
rabieo:
No sabes la rabia que me dio el ver el programa y no haberme enterado de casting alguno.
porquero:
Sí,sí, ya me comento usted. No tiene desperdicio.
Don Jaime: Efectivamente. Y no te parece raro?
Rabieo:
Como no veo la tele...pensé "joder, esto me pasa por no ver la tele"
Me he puesto al final una antena solo para ver Peking Express.
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