viernes, 12 de diciembre de 2008

RECUERDO DE UNA ESTONIA


Siendo más joven, cuando el mundo era menor, cortejé a una cocinera estonia. De rostro impasible, me dio esperanzas y calabazas. Se limitó a calentarme la entrepierna con un pico fugaz en Rumanía y una invitación asexuada a su piso de Fuengirola, para cenar sopa fría de huevo.

Al final de aquel verano me dijo que volvía a su país.

Se despidió de mí en la parada del tren. Cuando fue a darme los dos besos de "aquí no ha pasado nada", se fundió con mí rostro. La única muestra de calidez que viví aquellas semanas fue su boca húmeda, sus labios trémulos y la punta de su lengua. Luego me dijo con acento estonio, encantadoramente gutural, "Te quierro", y se marchó para siempre.

Su imagen es un recuerdo congelado, colgado en una página de facebook.

Hace poco tuve un sueño. En él, yo llegaba a la puerta de su casa de madera de la isla de Hiuuma. Ella me abría y yo le decía "follemos antes de morir".

Dedicado al insigne Porquero.

4 comentarios:

El Porquero de Agamenón dijo...

Estimado Noguera:
I- Gracias por el Homenaje. Ya le tengo dicho que está usted muy dotado para la caricatura...¡Mammmonazo!
Reciba usted patadita en los cojones.
Me ha gustado mucho.

Stultifer dijo...

A saber dónde está ahora la rumana...

Lucía dijo...

tienes que ser siempre tan detallista??

Jaime Noguera dijo...

Stultifer:

No era rumaaana. Para tí, parece que más allá de Alemania, todas son polacas.

Lucía.

Estimo que he sido muy minimalista.