SPIRIT, PIZZA, MAGMA

Noche del 26 de diciembre. Salgo con un amiguete. Primera parada, Cines Yelmo Plaza Mayor. Objetivo: ver The Spirit. Versión original. Cuatro personas en la sala. Dios, te doy las gracias. Al menos hasta los diez primeros minutos del film

Creo que el problema básico de la película es que a veces se confunde la libertad creativa con hacer lo que a alguno le sale de lo gitanales (genitales, pero muy morenos y con el pelo rizadito). Frank Miller debió comenzar el rodaje con una gran fumada comunal. Luego se comieron unos hongos, y así salió la cosa.

Si tuviese que dar un adjetivo cariñoso para este desmadre lisérgico-fílmico, sería "sonrojante". El guión es solo una excusa, las interpretaciones están, como los personajes, pasadísimos de rosca (no, no me vale la excusa de "es que es una adaptación de un cómic") y la violencia slapstick que tiene su gracia al principio, te saca de tus casillas a medida que avanza el metraje.

Esa escena con Samuel L Jackson (conocido por tener un afilado y doloroso histrionismo) disparando a pecho descubierto a un grupo de AH 64 Apache era de las que harían gritar a Matías Prats su famoso "¿Pero esto que eeeees?· Por no citar la enfermiza afición de The Octopus por los cosplays.

¡Aiss! Con lo que podía haber hecho Miller... En fín, que no sentía esta sensación de pérdida desde que vi Dick Tracy.

Lo mejor, por citar algo, momentos de estética y sobre todo el suculento (aunque caricaturesco) elenco femenino.

Nos vamos a cenar a una pizzería en Playamar. La lleva un napolitano que tiene toda la pinta de estar aquí retirado temporalmente por la Camorra.

Está lleno. Tanto que los dos tenemos que sentarnos en paralelo en una mesa .

En una de las paredes hay una foto de Al Pacino en El Padrino. En otra, frente a nosotros, cuelga un gran crucifijo. Me provoca cierto pudor ese pobre reo judío clavado en un madero mirando como la gente se pone hasta arriba de pizza, fussili, penne y mozzarella...

En una mesa que tenemos delante hay dos tipas de cierta edad que parece que se van a comer los morros en menos de lo que se tarda en decir tortellini. Una de ellas lleva un pantalón con la cintura demasiado baja y tengo que provocarme una tortícolis para no verle la raja del culo mientras mastico y trago.

Les acompaña una pareja chico-chica, él con pinta de matón y ella con pinta de putón. De golpe se levantan y se meten juntos en el mismo cuarto de baño. Tardan un buen rato. Élla tiene las mejillas arrebujadas y él parece relajado. Se comen la boca. Ellas no. Que desilusión.

Cuando salgo por la puerta me encuentro a una compañera de instituto que cumple años hoy. De hecho me ha invitado a su cumpleaños esta tarde. La conversación es esta más o menos, saltándome los saludos.

-"¿Vas a venir entonces?"

-"¿Van a ir mujeres solteras?"

(Titubeo) "-¿Solteras? Bueno...yo. ¡Pero tú tienes novia!"

- "No, ya no"

El limocello estaba caliente para mi gusto. Nos vamos a Fuengirola.

A mi amigo le han invitado a una fiesta en fagirola. Me lleva con él, aunque no estoy muy seguro de querer ir. En mi mente la fiesta es en una casa privada en la que puedo ejercer mis superpoderes conversatorios. Al final acabo en el:

El bar está lleno de chicas entre los 30 y los 40. Suena un puritito revival ochentero. Casi todo el personal está relacionado con una productora. Son ayudantes de dirección, directores, productoras... Gente cool.

Hablando de cool, me siento como en Gibraltar. Esto es la costa del sol en esencia pura. El 70% es costa white cool , mestizos britanico-hispanos que pasan en un parpadeo del "nice to see you, darling" al "me toca los cojones"

Me centro en los vodka con naranja (oh, sorry, screwdrivers) y en bailar dislocado alguna melodía. Las chicas, tristemente, no me hacen caso hasta que hago el moña profundo.

Creo que mi amigo ha enganchado a una antigua ex suya. Miro la hora. Hora de irse a dormir. Me despido al estilo de Isabel II y pillo un taxi que me cuesta 22€. Bueno...eso son cinco screwdrivers.

Me tiro en la cama. Suena un pitido en mis oídos. Deben ser las hélices de los Apache. Seguro que vienen hacia aquí.