El 15 de abril de 1986, Libia disparó dos misiles Scud contra las instalaciones de EEUU en la isla italiana de Lampedusa. Los misiles acabaron en el mar y no provocaron ningún daño,aunque si desataron una crísis diplomática entre el país africano y la ex-metrópoli.
El ataque fue un intento de venganza por el bombardeo de Trípoli, en el que murieron unos 60 libios y dos pilotos norteamericanos derribados por la defensa antiearea.
En marzo de 2011, mientras sus leales eran machacados por la aviación aliada, un acorralado Gadafi ordenó el inicio inmediato de la operación Odissey Fall.
El ataque fue un intento de venganza por el bombardeo de Trípoli, en el que murieron unos 60 libios y dos pilotos norteamericanos derribados por la defensa antiearea.
En marzo de 2011, mientras sus leales eran machacados por la aviación aliada, un acorralado Gadafi ordenó el inicio inmediato de la operación Odissey Fall.
Los servicios secretos libios movilizaron sus células durmientes en Europa para atacar los eslabones más débiles de la cadena que estrangulaba al régimen. Muchos de ellos tuvieron paralizar el desarrollo de la operación al verse seguidos de cerca por los servicios de contraespionaje. No obstante, varias de las células consiguieron permanecer bajo el radar de las fuerzas de seguridad europeas.
El ataque se lanzó el 26 de marzo del 2011 y respondía a una amenaza del dictador libio: El Mediterraneo se ha convertido en un campo de batalla.
El primer ferry en ser atacado por lanchas cargadas de explosivos fue el de la compañía que hacía el trayecto Niza Ajaccio. El barco sufrió un grave incendio pero pudo ser remolcado a puerto. Murieron 19 personas y hubo muchos heridos. El presidente Sarkozy recibió la noticia mientras se preparaba para una rueda de prensa.
Otro ferry de la empresa española Transmediterranea, que se dirigía a Ceuta fue atacado de la misma manera y tuvo que ser encallado en la costa marroquí con una grave vía de agua causada por el impacto de la lancha, que además ocasionó un incendio en el que varios pasajeros resultaron muertos. La sangría continuaba.
El siguiente buque en ser asaltado, esta vez por un comando suicida camuflado en un pequeño pesquero de inocente apariencia, fue el italiano Mega Smeralda. El ataque seguía el modelo de los realizados en India. Los terroristas recorrieron el barco lanzando granadas y detonando explosivos, disparando indiscriminadamente a tripulación y pasajeros. A las 17.00, el lujoso crucero con capacidad para 2000 personas se hundía en las cercanías de Civitaveccia.
Pero la guinda estaba por colocarse en lo alto del pastel. La mañana de los ataques un lujoso yate con bandera de Qatar había atracado en Saint Tropez. El barco prácticamente estaba hueco y albergaba una lanzadera de misiles SCUD-B modificada para la ocasión.
Mientras el tráfico mundial de ferries y cruceros se paralizaba en todo el mundo, organizándose un verdadero caos, una ojiva cargada con gas mostaza fue lanzada al grito de Allahu akbar sobre la túristica localidad francesa. A tan poco distancia, era difícil fallar.
El ataque se lanzó el 26 de marzo del 2011 y respondía a una amenaza del dictador libio: El Mediterraneo se ha convertido en un campo de batalla.
El primer ferry en ser atacado por lanchas cargadas de explosivos fue el de la compañía que hacía el trayecto Niza Ajaccio. El barco sufrió un grave incendio pero pudo ser remolcado a puerto. Murieron 19 personas y hubo muchos heridos. El presidente Sarkozy recibió la noticia mientras se preparaba para una rueda de prensa.
Otro ferry de la empresa española Transmediterranea, que se dirigía a Ceuta fue atacado de la misma manera y tuvo que ser encallado en la costa marroquí con una grave vía de agua causada por el impacto de la lancha, que además ocasionó un incendio en el que varios pasajeros resultaron muertos. La sangría continuaba.
El siguiente buque en ser asaltado, esta vez por un comando suicida camuflado en un pequeño pesquero de inocente apariencia, fue el italiano Mega Smeralda. El ataque seguía el modelo de los realizados en India. Los terroristas recorrieron el barco lanzando granadas y detonando explosivos, disparando indiscriminadamente a tripulación y pasajeros. A las 17.00, el lujoso crucero con capacidad para 2000 personas se hundía en las cercanías de Civitaveccia.
Pero la guinda estaba por colocarse en lo alto del pastel. La mañana de los ataques un lujoso yate con bandera de Qatar había atracado en Saint Tropez. El barco prácticamente estaba hueco y albergaba una lanzadera de misiles SCUD-B modificada para la ocasión.
Mientras el tráfico mundial de ferries y cruceros se paralizaba en todo el mundo, organizándose un verdadero caos, una ojiva cargada con gas mostaza fue lanzada al grito de Allahu akbar sobre la túristica localidad francesa. A tan poco distancia, era difícil fallar.
1 comentario:
Estimado Noguera.
Me alegro mucho de volverlo a ver en su blog y también me alegra la subida de calidad que usted le ha imprimido.(Antes también podía pero no quería.
Sus comentarios históricos,que no histéricos,son muy interesantes y muy de agradecer.
Un abrazo muy fuerte del Porquero.
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