lunes, 4 de febrero de 2008

MODELÓN CASAL. Me visto para el carnaval.



En fin. Estos carnavales tenía cuerpo de jota, así que con tiempo me encargué un modelón de letejuelas plateadas y doradas con remates en bermellón merdellón y yo todo en mi misma mismidad intenté teñirme de Tino Casal, malogrado cantante estrella de la movida.

Fui primero a tomar un cafelillo de este guisa con mi amigo Alberto (en la foto, impactado) y luego a la Plaza de la Mezquita del Arroyo de la Miel, donde la originalidad brillaba por su ausencia y de donde me fui a la hora, hastiado de la catetada nuestra de cada año. Eso sí, todas las miradas se centraban en mí, incluidas algunas de deseo, y de ambos sexos.

Mi transformación en reina de la noche causó tal impacto que pienso repetir en breve, que por aquí todavía queda carnaval.

Prometo poner más fotos para que aprecies mejor mi modelón.