
Llegué a la capital mundial de las cometas de aire con el grupo que organiza el
Festival Internacional de Cine de Villa de Leyva, que empieza dentro de poco y celebra su tercera edición.

Nos alojamos en una preciosa casa a unos quince kilómetros de Villa de Leyva. Allí compartimos un divertido y atareado fin de semana en el que ejercí mi habitual papel de juglar.

Por las mañanas, ricos desayunos con chocolate caliente, tintico, huevos pericos y arepas.

Durante el día
Maria Angélica Tovar y
Philippe Van Hissenhoven (gracias por la generosa acogida) se dedicaban a montar todo el operativo del festival con su motivado equipo (Mauro, Andrea, Carlos, Sonia...gracias por la cordialidad).

Me dio hasta tiempo de ir a ver el
Elasmosaurio fosilizado que se puede visitar en Villa de Leyva, anteriormente sumergida bajo los océanos. Impresionante el bicharraco.

¡Aisss, Villa de Leyva, que ganas de volver a recorrer tus calles!
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