En su huída y exilio, Goering acabó refugíandose en la tierra de su esposa Carin: Suecia. Para entonces, las dosis eran diarias y el estado físico del futuro Mariscal del Aire alemán era preocupante.
Goering se encontraba en bancarrota y su familia política decidió dejarle en manos de la policía y los médicos. Estos diagnosticaron a Hermann como "peligroso drogadicto", internándolo en el area de alta seguridad del sanatorio de Långbro el 1 de septiembre de 1925.
Debido a la violencia de sus actos, le pusieron una camisa de fuerza.
Paseando por los jardines que quizás recorrió Goering durante su estancia (que duró semanas) pensé en el trágico destino de un hombre al que todo auguraba un futuro brillante y que acabó siendo el icono de la depravación y la corrupción del tenebroso III Reich.
Quizás la eclosión de esas tinieblas comenzó en una habitación acolchada de este tétrico edificio.
Ahora acoge a una escuela y, muy pronto, viviendas familiares.
4 comentarios:
Qué poquitas personas aparecen en tus fotos...
No quiero que ninguna sueca hormonada me arrée con el palo de hockey.
¿"durante su estancia de semana"?
Hay fotógrafos de personas y fotógrafos de lugares. Yo soy más de lo segundo, pero voy mejorando.
Jorge, en tu blog no hay fotos de lugares... Lástima, con todos los que hay para fotografiar... Aunque quizá tu blog no es un blog de fotos, que también podría ser. Es que el mío es de escaleras.
Publicar un comentario