
Y es que dándole vueltas a la guía de
Lonely Planet que me compré hace un par de años sobre los
Western Balkans, he leído que hay trenes que conectan la capital búlgara con
Belgrado, capital de Serbia. El viaje dura 11 horas, sí, palizón, pero cuesta 12 euros por trayecto.

Desde la infame y despiadada Guerra de los Balcanes y los ataques a Kosovo, siempre me ha intrigado el espíritu Serbio. ¿Qué hubiésemos hecho nosotros si hubiese sido Cataluña? ¿Será por eso que España no reconoce a los kosovares?

Me he pillado un hotelito en el centro histórico a buen precio, el
Excelsior. ¿Hará mucho frío?

¿Me encontraré en
silicon valley (una zona de la ciudad llamada así por las siliconadas viandantes en busca de marido) con la deportista serbia
Milica Dabovic? ¿Me dejará pasar junto a ella?

¡Belgrado, Belgrado! ¡Espero que seas de mi agrado!
3 comentarios:
MIra, guapo, que no puedo tener tanta envidia, más que nada porque no tengo tanto dinero y tiempo.
Vuelvo y retomo el tema dos horas después: Qué rabia de vida.
Eres Willy Fog, colega...
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