Llegamos a Antsla (para acordarme del nombre utilizo el recurso mnemotécnico de pensar en "ciudad de las hormigas", ants es hormigas en ingles, y en lugar de -la, pienso me hago a la idea de que que termina en -land, "tierra de". Sí, ¿que pasa? Cada loco con su tema) y el primo es muy majo. Visitamos a la tía, que tiene su oficina en un desangelado edificio con más pinta de estar okupado que alkilado. Siendo consciente de la brevedad obligada de la visita y la esterilidad de emplear mis artes encalomatorias con la buena señora, no desato mis encantos.
El primo se ofrece a enseñarnos algunos "musts" de la zona.
El arbol tiene unos 680 años de antiguedad. Ha visto pasar bajo a sus ramas a los tanques soviéticos, a las unidades de las SS alemanas, a los soldados zaristas, (quizás algún mercader hanseático orinó contra su tronco) y a los caballeros teutónicos. ¿Seguirá el espíritu por aquí? ¿Vivirá encerrado en el cemento?
KRT me hace tumbarme de espaldas sobre la nieve y mover brazos y piernas arriba y abajo para hacer un "angel de nieve". Miro la forma que ha quedado tras levantarme con dificultad y pienso para que coño me han hecho mojarme los pantalones de nieve. Encima, con las brazadas, se me ha levantado aun poco la camisa y se me ha metido algo de hielo por la rabadilla. ¡Me cago en el espítitu del arbol!
1 comentario:
Saludos de los que vivimos en torpilandia.
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