¿Será el 2010 el año que demuestre que la profecía warholiana de los 15 minutos de fama se ha convertido en realidad flagrante y agresiva?
Primero fue Berlusconi, bajado de la columna de marfil mediante sopapo con miniatura turística, al que le jodieron el degustar turrón del duro esta navidad.
Primero fue Berlusconi, bajado de la columna de marfil mediante sopapo con miniatura turística, al que le jodieron el degustar turrón del duro esta navidad.
Ayer le reventaron la misa del gallo al Panzerpapa Benedicto XVI, cuando una mujer intentó saltar una valla del interior del templo para alcanzarle, hacíendo caer al pontífice en el caos desatado.
¿Qué llevaría la señora en el bolso? ¿Una estampita del Sagrado Corazón, o una miniatura de la Catedral de Zaragoza, bien afilada?
Animo desde este humilde y agonizante blog a que los próximos espontaneos opten por el streaking antes que por el attacking.
¿Qué llevaría la señora en el bolso? ¿Una estampita del Sagrado Corazón, o una miniatura de la Catedral de Zaragoza, bien afilada?
Animo desde este humilde y agonizante blog a que los próximos espontaneos opten por el streaking antes que por el attacking.
3 comentarios:
Warhol era un visionario y sentó cátedra con el concepto.
Realmente todo el mundo tendrá sus "15 minutos de fama", de hecho muchos lo han tenido ya, y en la actualidad (este mundo cada vez gira más rápido) se han reducido hasta comprimirse en la duración media de un video en Youtube, o la que tú decidas en tu propio videoblog...
O tal vez esa fama sea que un artículo de tu blog, una vez que estuviste inspirado, lo lean 15.000 personas.
Los conceptos de los visionarios a veces no se pueden tomar estrictamente al pié de la letra, creo yo.
Un abrazo, nen.
La mujer de rojo no intentó saltar la valla de separación. La saltó, agarró al Pontífice y sus escoltas tiraron de ella, que no se soltó y arrastró a éste y a un cardenal de 80 años que acabó con fractura de cadera y dolores varios...
Joer, Stultifer, la próxima vez que vea a una vieja por la calle, me cruzaré de acera, por si salta por encima de los coches y va a por mí; si puede con los escoltas del Sumo Pontífice, que están entrenadísimos, a mí, que soy un civil de a pié me puede degollar con el corta-uñas o con una moneda de un euro que lleve para comprar el pan. Lo mismo era la Tía May de Spiderman de incógnito...
¿De verdad a nadie le chirría nada de lo que le cuentan los medios de vez en cuando?
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