Hace un tiempo mi amigo A.M me dejó un pequeño libro, recopilación de realtos, editado en México en 1970 y titulado Las bestias negras. El autor era un tal Frank Belknap Long. Aunque me lo regaló hace un año, ha sido ahora cuando he empezado a leer este pequeño ejemplar de 158 páginas.
El primer relato (que da título al volúmen) empieza así:
La rana estaba muerta. Peter se inclinó y la examinó. Yacía entre las piedras, a la orilla del arroyo, con sus patas estiradas rígidamente.
-¿Quién querría hacerte daño?- musitó Peter -¡Pobrecita!
El primer relato (que da título al volúmen) empieza así:
La rana estaba muerta. Peter se inclinó y la examinó. Yacía entre las piedras, a la orilla del arroyo, con sus patas estiradas rígidamente.
-¿Quién querría hacerte daño?- musitó Peter -¡Pobrecita!
La obra del neoyorquino Frank Belknap Long (1901-1994) incluye 25 novelas, 150 cuentos, ocho libros de cuentos, tres colecciones poéticas, y numerosos artículos periodísticos y guiones de comics, Aunque su carrera de escritor se extiende a lo largo de siete décadas, es conocido principalmente por sus relatos de horror y ciencia-ficción, incluyendo su contribución a los Mitos de Cthulhu.
Durante su vida, Long recibió importantes premios como el World Fantasy Award for Life Achievement (1978), el Bram Stoker Award (1987) y el First Fandom Hall of Fame Award (1977).
El maestro Brádbury dijo sobre él «La ciencia-ficción en los Estados Unidos no puede entenderse sin la contribución de Frank Belknap Long. Conoció a la mayor parte de los escritores del género, ya fuese personalmente o por carta, y con su propio trabajo ayudó a desarrollar un campo en el que la mayoría estábamos todavía en pañales.»
Absorto me tiene el libro.
Durante su vida, Long recibió importantes premios como el World Fantasy Award for Life Achievement (1978), el Bram Stoker Award (1987) y el First Fandom Hall of Fame Award (1977).
El maestro Brádbury dijo sobre él «La ciencia-ficción en los Estados Unidos no puede entenderse sin la contribución de Frank Belknap Long. Conoció a la mayor parte de los escritores del género, ya fuese personalmente o por carta, y con su propio trabajo ayudó a desarrollar un campo en el que la mayoría estábamos todavía en pañales.»
Absorto me tiene el libro.
1 comentario:
¿Y la rana encontró un príncipe?
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