lunes, 30 de junio de 2008

DE ROJO Y GUALDA


Anoche dormí fatal gracias a mi odiado calor y a los chillones habitantes de la Cala del Moral, alegres hasta la extenuación por la victoria de España en la Eurocopa.

Había crisis, pero la gente tuvo lo que hizo falta para sentarse durante hora y media en un bareto a ver las evoluciones de veintidos tíos cachas en un campo de cesped austríaco. Se gastaron lo que no debía en sus cervecitas, sus tapitas, sus pelotazos, sus petardos (los que explotaban en la calle, y los otros, también) y en lucir camiseta o bandera. Bufanda no, que saturaba.

Hoy he paseado por la Málaga desierta de las mañana veraniegas. Parece que no se mueve un ratón hasta que no abre el Corte Inglés. He desayunado un mollete con atún, tomate en rodajas y aceite con mi cafelito templado y me he dejado llevar por la visión de decenas de banderas colgadas de los balcones de los edificios colindantes. Málaga de rojo y gualda. ¡Que arte y qué tronío! Tenemos gasolina para rato. Al menos metafórica.


Ya no hay crisis, ni sube el IPC ni el paro ni la hipoteca ni nada, y es que hay que aplaudir a los directores de marketing de Cuatro por detectar el anhelo principal de la sociedad española, el decir ¡podemos!

Moraleja: En este mundo, señores, del futbol nadie se escapa. Lo ve el rico, lo ve el pobre, lo ve el Rey y lo ve el Papa.

3 comentarios:

Stultifer dijo...

Y yo, de medicos, análisis, tiroides, glaucomas, azúcares... ni la lista de la compra del lidl

Jaime Noguera dijo...

¿Y eso? ¿Tas malito?

Lucía dijo...

y lo bien que lo pasamos viendo el partido??