SEXO CON VAMPIROS: TRUE BLOOD

Premisa: Los vampiros salen del armario después de que los japoneses consiguen crear una sangre sintética de la que (supuestamente) se alimentan sin tener que recurrir al mordisco en el cuello. Al mismo tiempo, reclaman su inserción en la sociedad humana. Por un lado están sus defensores e incluso fans declarados, por otro lado integristas religiosos los incluyen en el saco del matrimonio gay y el aborto: son aberraciones.

Anna Paquin (¡cómo ha crecido la mocosa de El Piano!) interpreta el papel de Sookie, una niñata telépata, cajún y virginal que vive en un pueblo sureño-hilibilly al que llega...

...un vampiro que le revoluciona las hormonas cosa mala. Atraida por el lado torturado y sexy de Bill Compton (interpretado por Stephen Moyer) Sookie llega incluso a plantearse si no debe ser él el encargado de desflorarla...en todos los sentidos.

Y es que lo de follar con vampiros tiene su aquel. Son incansables (es que están muertos) y beber solo una gotita de su sangre tiene facultades reconstituyentes, alucinógenas y psicotrópicas muuuuuy placenteras. El problema...algunos efectos secundarios como la anemia o (ehem) el dolor de... cuello.

La sangre de vampiro se vende en el mercado negro a un alto precio (es ilegal) y uno que decide probarla es Jason, el hermanito lerdo de Sookie, un sexoadicto irredento y picaflor que se tira media serie desnudo.

Por otro lado está Eric, un vampiro de origen nórdico (interpretado por Alexander Skarsgård) que dirige el cotarro desde el bar de ambiente (vampírico) Fangtasia y da bastante mal rollo.

Y bueno...un personaje que es un hallazgo por su total falta de moral. Lafayette Reynolds (el actor Nelsan Ellis) es consejero amoroso, cocinero del bar del pueblo, traficante de todo lo traficable, igual se lía a puñetazos a lo macho, que se la chupa a un vampiro para sacarle jugo rojo, que te cocina una hamburguesa cajún que quita el hipo.

Dirigida por Alan Ball para HBO, la serie ha ganado entre otros el Globo de Oro a la mejor serie dramática. Yo ya he visto la primera temporada y me declaro enganchado a la sangre de verdad... True Blood.