CRANK. Puritita adrenalina.

Ayer noche una película me mantuvo despierto. Un meritazo, dado mi estado de somnolencia habitual en los últimos tiempos. Se trata de Crank de Lakeshore Entertainmente y dirigida por Mark Neveldine (Biker Boyz, 2003 y The Siege, 1998) y Brian Taylor. (codirector de Biker Boyz) . El protagonista es la estrella de acción postmoderna Jason Statham, un inglés que compitió en los juegos olímpicos de Barcelona y que ahora se dedica a dar mamporrazos acuarium era.

La película es un puñetazo al estómago que te atrapa desde el primer segundo hasta el último, casi asfixíando. Pero se pasa bien. El protagonista, un asesino a sueldo que acaba siendo incómodo para los individuos para los que trabaja. Recibe una dosis del cocktail Beijing, un veneno mortal que hace desaparecer la adrenalina del cuerpo. La única manera de resistirse a su efecto es... producir adrenalina constantemente.

¿Cómo? Bebiendo litros de Redbull (toma product placement) esnifando cocaina y drogas jamaicanas, robando motos, haciendo de conductor kamikaze, teniendo sexo en público, ostiando a ciudadanos afroamericanos del bronx, pegando tiros a diestro y siniestro y buscando a los cabrones que te han hecho tal putada. Chev Chelios pasa por todo ello y por más. Le acompaña en estas horas de vertigo su novieta Eve, una Amy Smart que parece la novia perfecta, la que desearíamos todos.

Muy recomendable para noches varoniles de colegas, panchitos y cervezas templadas.