Los coches, como diría mi madre "tienen mandanga". Algunos automóviles han servido para ejercer el mal, como es el caso del Mercedes 770K cuya foto encabeza este post. Fue usado por Hitler (con chófer, pues no conducía) hasta prácticamente el final de la II Guerra Mundial, cuando, bromas del destino, se le tuvo que sacar la gasolina del depósito para quemar sus restos y los de Eva Braun.
Otros, directamente han sido el ataud rodante de sus famosos propietarios. Como en el caso del Porsche 550 Spyder (apodado "Pequeño Bastardo") que conducía James Dean, fanático declarado de la velocidad, por la carretera 446 cuando se empotró contra otro vehículo. Iba camino de una carrera.
De triste recuerdo es también el Rover P6B que conducía Grace (Kelly) de Mónaco cuando se despeñó, acompañada de su hija Estefanía, por una montaña en septiembre de 1982. Parece ser que perdió la conciencia a causa de un ataque cerebral, pero muchos no descartan la teoría del suicidio.
Otro Mercedes-Benz con mal fario es el S280, en el que Diana de Gales y su novio Dodi murieron en agosto de 1997 al estrellarse contra el pilar de un puente parisino. ¿Contubernio? ¿Aborto de estado? ¿Un siniestro producto del alcohol?
¡Y no eran malos coches!
¡Y no eran malos coches!
3 comentarios:
Si. Tienes razón. Malditos coches, que hay que saberlos conducir. Si viviéramos en la época de Matrix, con introducirnos un programa, en 3segundos, hasta helicópteros. Solo que algunos se introducen otras cosas o van como locos destrozando farolas. Mucho Farruquito queda suelto aún. ajajjajaa
Jaime, te olvidas del coche de Pierre Nodoiuna, que nunca ganaba la carrera.
Stultifer:
Yo no me introduzco nada desde que era chico. Capuchones de bolis por la nariz mayormente.
Bala:
Otro día entraré en el tema de los coches míticos de dibujos animados.
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