viernes, 28 de marzo de 2008

LAS HORAS JUBILETAS

Juego de petanca. Sobre las doce del mediodía. Lugar: Benalmádena, junto al campo de golf municipal. El aire es fresco, pero el sol da calorcito.

Los jubilados europeos, residentes de alto standing, inmigrantes deseados, se concentran en el juego de la petanca, ataviados cual monjes tibetanos de telas albinas. Para ellos, el refocileo sobre el verde es una forma más de consumir el tiempo que les queda hasta el último suspiro.

Yo me he tomado un café y una galletita con sabor a amaretto mientras mantenía un interesante duelo dialéctico en el que he sido derrotado y machacado.

La sala Baboo es ideal para el dolce fare niente. Ahora, deberían tener la vista en dirección a la pista de petanca. Uno se relaja viendo a estos afables señores de articulaciones semisólidas moviendo con afán atlético sus cuerpos ajados. Que tranquilidad...que sosiego.

El momento de angustia asalta cuando me veo reflejado en alguno de los pensionistas, dentro de muchos años, si las Nornas me siguen dando hilo.

De todas formas, no creo que tenga paga suficiente para jugar en este campo. Deberé conformarme con gravilla, colillas de tabaco negro y cacas de perro.

2 comentarios:

Stultifer dijo...

Creo que ya tengo edad para jugar a eso... Quiero bolas

Jaime Noguera dijo...

Canicas, golf, petanca, bolos, ping pong, billar...