Te odio porque me enervas, porque no me dejas dormir tranquilo y me despiertas a cada instante.
Porque me dejas indefenso ante el cansancio y la gandulería. Porque multiplicas mis duchas y mis cambios de ropa interior, porque me haces vestir mal, como si fuese un hijo de la Gran Bretaña cualquiera, con mis chanclas muestrauñas, bañador chillón y pegadito y camiseta de publicidad.
Te odio porque me deshidratas, porque me vuelves pegajoso y menos deseable, porque me haces beber más de todo, porque llenas mis espacios de ruido y cutrerío.
Porque subes los precios y petas los autobuses, porque el aire acondicionado no basta y bajar la ventana es inutil, porque las chicas exhiben sus tangas y sus bikinis alegremente y uno ya no debe mirar.
Te odio mucho, calor del estío.
Porque me dejas indefenso ante el cansancio y la gandulería. Porque multiplicas mis duchas y mis cambios de ropa interior, porque me haces vestir mal, como si fuese un hijo de la Gran Bretaña cualquiera, con mis chanclas muestrauñas, bañador chillón y pegadito y camiseta de publicidad.
Te odio porque me deshidratas, porque me vuelves pegajoso y menos deseable, porque me haces beber más de todo, porque llenas mis espacios de ruido y cutrerío.
Porque subes los precios y petas los autobuses, porque el aire acondicionado no basta y bajar la ventana es inutil, porque las chicas exhiben sus tangas y sus bikinis alegremente y uno ya no debe mirar.
Te odio mucho, calor del estío.
2 comentarios:
Pensé por un momento que hablabas de lijaputa de mi curro en solidaridad. No sé qué es peor. O el calor o imaginarla a ella en tanga sudando con los muslos pegados. Bruppp
jajajajaja jajajajajajja!!!!
yo creo que la segunda opción...
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