
La recuerdo a la luz de las velas, dorada y brillante, con los ojos entrecerrados y la espalda curvada. Sus respirar con final ronco, su voz aterciopelada, su petición. Mis nervios, mi fuerza, su sonrisa, su placentera resitencia. Un sueño que se hace borroso y se pierde en una grieta.
¿Grietas las filas?
ResponderEliminarMejórate de tus enfermedades .
Ja ja ja, muy bueno eso.
ResponderEliminarPinta regular ¿necesitan un aparejador?
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