domingo, 14 de junio de 2009

SABER ELEGIR

Yo sabía que mis palabras de hoy serían las mejores. El genio bullía dentro de mí, chispeante y retador, animándome a ponerme frente al teclado y escribir el mejor texto de mi vida.

Almorcé pisto con huevos fritos y patatas, de postre sandía, y de beber, cava. La ocasión lo merecía, me iba a convertir en un escritor profesional de éxito. ¡Por fín!

Entonces me entró el sueño, me tiré en la cama y dormí toda la tarde.

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